miércoles, 24 de mayo de 2017

Lo bueno de ser malo en algo

Porque dejarte vencer,
porque dejar de luchar,
porque tener que rendirte,
porque querer desmayar…
si la guerra no es perder una batalla…
y si se pierde una,
es dar un paso atrás
para dar un salto adelante.
Seguir adelante siempre, Remlid.


Para Karen Rinaldi, el surf se ha convertido en una obsesión durante los últimos quince años. Quizás la imaginas como en esos vídeos donde un surfista se desliza perfectamente por una ola, pero la mayoría se queda muy lejos de esos vídeos. 
De hecho, ella dice que apesta surfeando: "Me caigo y azoto. Mi propio tablero me golpea en la cabeza. Me quedo sin aliento cuando me revuelca una ola de 1,2 metros. Me doy por vencida cuando las olas se elevan y nado de regreso a la orilla. Cuando sí monto una ola, rara vez lo hago con gracia."

Entonces, ¿por qué continuar: por qué practicar algo en lo que nunca seré buena?: Porque es bueno ser malo en algo. Con cada golpe se hace más humilde, más paciente, más libre de la presión de ser perfecta o la mejor en esto. Libre de aprender y disfrutarlo.

Cuando aceptas los fallos como parte del proceso, cada ola se vuelve una oportunidad. Siempre hay una y y luego otra y otra después de esa. Las olas llegan.

Las olas siempre llegan.

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